Dia 5. CUEVAS DE BAHIA DE HALONG Y AVIÓN A DANANG


Cueva Maravillas



Desayunamos muy bien a bordo.


Nos embarcamos en una lancha motora para visitar una de las miles de cuevas que hay en la Bahía.


Fuimos a la Cueva de las Maravillas, o Hang Sung Sot










Cueva Maravillas



Descubierta por los franceses, está en un islote que forma una pequeña ensenada. La entrada está a unos 30 metros de altura y se accede a ella por una cómoda escalera. La cueva tiene tres salas visitables. La primera es muy discreta, pero la segunda es realmente colosal, enorme, muy bonita.




Banderas en los Juncos, Bahia de Halon



Sorprende ver que el techo muestra tanto estalactitas en algunas zonas como ondulaciones en otras. Estas ondulaciones fueron generadas por el agua del mar y las corrientes de aire. 










Yo desembarcando en el Muelle en la Bahía de Halong


Como en casi todas las cuevas, el ser humano busca en las caprichosas formaciones kársticas formas de animales y seres mitológicos: aquí pueden verse estalactitas y estalagmitas que igual presentan a un buda feliz al ver a una mujer desnuda frente a él, a las escamas de la cola del dragón que formó la bahía, o un pene erecto de piedra que además señala una oquedad en el techo (a los orientales les entusiasma cualquier cosa que tenga que ver con lo genital).

Zona de cultivo de ostras para obtener las perlas



En todo caso, la formación más venerada no es el falo, sino una roca en forma de tortuga, uno de los cuatro animales míticos de Vietnam. Los de por aquí le tocan la cabeza y le dejan billetes a modo de ofrenda, siempre ansiando la buena fortuna (otra obsesión oriental)…









mujer manipulando las ostras

Desembarcamos para ver como se crían las perlas, cojen las ostras, con mucho cuidado las abren, les cortan un poco los pelillos que tienen dentro y les colocan una bolita, después las cierran y las sumerjen en el agua. 

















Con los años las vuelven a abrir y ya están, ya tienen hecha una perla Es muy curioso de ver, sabíamos como se hacia pero nunca lo habíamos visto, nos gusto mucho poder verlo.

bahia de Halong











En el viaje por la Bahía ves que con el paso de los años los vietnamitas han ido construyendo pequeñas casas y hasta una escuela sobre las aguas de la bahía. La población que habita en Halong sobrevive gracias a la pesca.




Las tipicas velas de los juncos
Pasear en barquito entre los islotes, ves las entradas a las cuevas 
que solo son accesibles por mar, es una experiencia increíble.


Pero no todo fue fantástico en la Bahia, no fuimos lo bastante precavidos. Estábamos tan felices, tan contentos de sacar miles de fantásticas fotos que dejamos todo nuestro dinero en el camarote, repartido entre nuestras maletas y neceseres. En una ocasión en que fui a buscar algo al camarote habia un grupo de adolescentes americanos que se pasaron los 2 dias de navegación borrachos que entre bromas y risas me impedian el acceso a la puerta para entrar, todos eran 1 palmo mas altos que yo y eso me impedia ver nada.

Toni en un templo


Al día siguiente vimos que nos habían desaparecido 100$ de un neceser que habíamos dejado en la mesita de noche. Nunca sabremos quien nos lo robo pero tenemos nuestras sospechas de que no fue nadie de la tripulación si no los críos americanos,. En el fondo aun tuvimos suerte de que no nos robaran todo nuestro dinero.






Altar


Pese a ello, explorar la Bahía de HaLong en un junco fue una de las experiencias más increíbles de nuestro viaje a Vietnam.




Comimos un fabuloso desayuno brunch a bordo y ya desembarcamos, paramos a ver un Templo también muy bonito y ya salimos  rumbo al aeropuerto, íbamos de Hanoi a Danang. Una vez allí fuimos en autocar hasta Hoi An.





          


Barca de pesca local







Llegamos al hotel Little Hoi An, Para pasar allí 2 noches. Este hotel también tiene una fantástica piscina.

Un bañito y a cenar. Esta vez no quisimos comida vietnamita, fuimos a la busqueda y captura de una pizzeria.La cual acompañamos de unas riquísimas patatas fritas. Fueron las patatas fritas mas caras que hemos comido en nuestra vida. Nos las cobraron a  precio de oro pero nos supieron a gloria.



Muelle en la Bahía de Halong










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