Nuestro junco, el Bhaya Cruise |
Desayuno en el hotel. Buenísimo
Nos trasladamos en autocar hasta la Bahía de Ha Long, el recorrido es de unas 4 horas, en las que se pueden observar los campos de arroz, granjas y el Delta del Río Rojo.
Bahia de Halon |
Al llegar a la Bahía embarcamos en nuestro junco, el Bhaya Cruise, alli dormimos 1 noche.
Situada en el norte de Vietnam, en el Golfo de Tonkin, la Bahía de Halong se encuentra a unos 300 kilómetros de la capital, Hanoi.
Vendedoras ambulantes en sus barquitas |
La Bahía de Halong o Halong Bay (como se denomina internacionalmente) es una extensión de 1.500 km2 de agua. En ella se alzan más de 2.000 islas e islotes de piedra cárstica, así como cuevas en las que solamente se puede acceder por agua. Tiene unos 120 km. de longitud.
Su importancia es tal que en el año 1994 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. También es considerada, desde 2011, como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.
La Bahía de Halong, también conocida como Bahía de los descendientes del dragón, es el escenario de una antigua leyenda. Se dice que los chinos quisieron conquistar la Bahía de Halong, perteneciente a Vietnam.
Navegando en lancha por la Bahia |
El emperador de Jade envió a una familia de dragones para defender la zona. seres escupían joyas, que posteriormente se convirtieron en islas e islotes (las islas que hoy en día se pueden visitar en la Bahía de Halong) y consiguieron ahuyentar con éxito al ejército chino. De ahí que la bahía se denomine Ha Long, lo que significa “descendientes de dragón” en vietnamita.
Gruta de la Ba |
La Bahía de halong es un lugar mágico cuya visita se puede hacer más hermosa, si cabe, navegando con un velero de junco o barco dragon.
Son preciosas naves de madera y fabricación tradicional, cuya principal característica son sus velas en forma de abanico fabricadas con algodón rugoso y cosidas a mano. Además, lucen con orgullo un mascarón de proa con cabeza de dragón.
Uno de los monos que vivían en la Bahía |
Pese a que son célebres por sus velas, los juncos también tienen motor y es lo que más se utiliza para explorar la Bahía de HaLong. Bajo la cubierta, están equipados como hoteles, con camarotes pequeños pero muy coquetos todo muy rustico, de madera y el restaurante con comida muy buena.
Casas flotantes |
Los veleros de juncos están dotados de pequeñas lanchas motoras que te permiten darte un bañito en una de sus playas artificiales del Golfo de Tonkin y visitar alguna de las hermosas cuevas que hay en la zona.
"Playa" en la Bahía de Halong |
Nuestro bañito "playero" fue un poco caótico. Miles de personas apiñadas en una playita rodeada de grandes redes por que el agua estaba infestada de enormes medusas. El agua estaba de todo menos limpia, montones de colillas flotando por todo el agua. Pero fue curioso bañarse allí. Una nueva experiencia.
Teníamos unas horas libres, así que después de nuestro estresante bañito nos fuimos andando, subiendo un montón de escaleras, a visitar unas cuevas muy bonitas, pero que no son las mas famosas, esas las visitamos al día siguiente.
Des de allí arriba se divisaba la Bahía de Halong en todo su esplendor. Unas vistas increíblemente bonitas.
Camino de la playa artificial vas viendo a monos que se han quedado a vivir en la cuevas naturales que tiene esta bonita bahía. Están acostumbrados a que las barquitas llenas de turistas se acerquen a sacarles fotos y a darles comida.
Bahia de Halon |
Des de allí arriba se divisaba la Bahía de Halong en todo su esplendor. Unas vistas increíblemente bonitas.
Camino de la playa artificial vas viendo a monos que se han quedado a vivir en la cuevas naturales que tiene esta bonita bahía. Están acostumbrados a que las barquitas llenas de turistas se acerquen a sacarles fotos y a darles comida.
Templo budista |
A pesar de que unas 400 embarcaciones salen cada día al mar, la visión de estos barcos no estropea para nada el paisaje, más bien le dotan de una personalidad distinta. ver tantos veleros amarrados o navegando es una estampa muy bonita.
Mientras navegábamos algunas mujeres se aproximaban remando en sus pequeñas barquitas para vendernos artesanía local o comida típica a los pasajeros.
Noche en la Bahía |
Ese día en nuestro velero comimos, cenamos y dormimos, super bien. Mejor imposible.
Bahía de Halontg |
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